martes, 14 de julio de 2015




DEBEMOS CONOCER AL PASTOR QUE ES ASALARIADO SEA AL QUE COBRA SUELDO NO LE IMPORTA QUE LAS OVEJAS SE VAYAN,JESÚS NO COBRO SUELDO
Escrito por : Margoth Salas
Debo admitir que la inspiración para este artículo se debe al libro titulado Los lobos en la Iglesia,
Todos sabemos algo acerca de la naturaleza del lobo.
Jesús mismo habló de este animal, ya que en aquellos días los pastores de ovejas debían cuidar mucho a sus rebaños para evitar que algún lobo (y muchas veces más de uno) se sirviera de una de esas indefensas ovejas.
Un vistazo a la Biblia nos muestra que el lobo es una bestia bastante peligrosa y tiene mucho que ver con los cristianos, porque bien pueden estos “animales”hacer causa común con las ovejas del rebaño del Señor sin que ellas los reconozcan, porque andan disfrazados:
“Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces” (Mt. 7:15).
Jesús dijo que los enviados suyos irían a proclamar el evangelio “como a ovejas en medios de lobos”:
• “He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas” (Mt. 10:16).
• “Id; he aquí yo os envío como corderos en medio de lobos” (Lc. 10:3).
El verdadero pastor supone saber distinguir bien al lobo de la oveja: pero existe lobos vestidos de pastores “Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa, hay pastores que a las ovejas les dispersan . Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas. Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas. También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor. Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre. Volvió a haber disensión entre los judíos por estas palabras. Muchos de ellos decían: Demonio tiene, y está fuera de sí; ¿por qué le oís? Decían otros: Estas palabras no son de endemoniado. ¿Puede acaso el demonio abrir los ojos de los ciegos?” (Jn. 10:7-21).
He aquí lo que el Señor nos dice:
* Que Él mismo es la puerta de las ovejas. Es decir, que todos los verdaderos cristianos son ovejas y no lobos, y todos ellos entraron a formar parte del redil del Señor por la misma puerta. Esa puerta es Cristo mismo.
* Muchos otros que pretendían ser verdaderos pastores, eran “ladrones” y “salteadores”.
* Jesús es La puerta (no una de las tantas) para que el pecador pueda hallar el perdón de sus pecados y la vida eterna.
* El otro nombre del lobo en medio de las ovejas es... “ladrón”. Tal como el lobo se roba algunas ovejas del redil, lo mismo hacen muchos de los “hermanos sospechosos o hermanos disfrazados”. El desastre que hacen estos “hermanos lobos” es terrible, tal como dijo el propio Señor Jesucristo en Juan 10:10.
* Al mencionar al lobo, hablamos también del pastor del rebaño (Jn. 10:11-15).
En este último pasaje tenemos varias declaraciones:
• Jesús es el único Pastor digno de confianza, el... “Buen Pastor”, porque solamente Él dio su vida por sus ovejas.
• Jesús hace distinción entre los pastores. Habla del pastor que es dueño de sus ovejas y del asalariado. El primero su vida da por sus ovejas, porque le han costado mucho y las cuida celosamente. El asalariado jamás pondría en peligro su vida. Cuando ve al lobo huye, porque como es asalariado y recibe un sueldo no le interesa perder a las ovejas, porque las ovejas no son suyas.
Otra característica del verdadero pastor y las verdaderas ovejas de su redil, es que el pastor las conoce y ellas lo conocen a Él (Jn. 10:14).
El verdadero pastor pone su propia vida por sus ovejas (Jn. 10:15).
Como vemos, la Biblia nos habla mucho del pastor, de las ovejas y de los lobos.
Pablo advirtió del peligro de los lobos en medio de las ovejas: “Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos” (Hch. 20:29, 30).
Este NO es un tema insignificante, aislado, sino que se trata de serias advertencias para nosotros.
La palabra «lobo»o «lobos», se menciona unas trece veces en nuestra versión Reina-Valera 1960.
Aquí están las citas
• “Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará” (Is. 11:6).
• “El lobo y el cordero serán apacentados juntos, y el león comerá paja como el buey; y el polvo será el alimento de la serpiente. No afligirán, ni harán mal en todo mi santo monte, dijo Jehová” (Is. 65:25).
• “Por tanto, el león de la selva los matará, los destruirá el lobo del desierto, el leopardo acechará sus ciudades; cualquiera que de ellas saliere será arrebatado; porque sus rebeliones se han multiplicado, se han aumentado sus deslealtades” (Jer. 5:6).
• “Sus príncipes en medio de ella son como lobos que arrebatan presa, derramando sangre, para destruir las almas, para obtener ganancias injustas” (Ez. 22:27).
• “Sus caballos serán más ligeros que leopardos, y más feroces que lobos nocturnos, y sus jinetes se multiplicarán; vendrán de lejos sus jinetes, y volarán como águilas que se apresuran a devorar” (Hab. 1:8).
• “Sus príncipes en medio de ella son leones rugientes; sus jueces, lobos nocturnos que no dejan hueso para la mañana” (Sof. 3:3).
• “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces” (Mt. 7:15).
• “He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas” (Mt. 10:16).
• “Id; he aquí yo os envío como corderos en medio de lobos” (Lc. 10:3).
• “Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa” (Jn. 10:12). Aquí se mencionan dos veces.
• “Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño” (Hch. 20:29).
¿Por qué dice Pablo “después de mi partida”, y dice “de vosotros”mismos se levantarán? Porque hay lobos miembros de las iglesias que no pertenecen a la Iglesia de Cristo, pero sí a las congregaciones locales, de las mismas que habló Pablo, que eran esos ministros con quienes estuvo y se despedía de ellos.
El lobo es siempre lobo. No importa cuán bueno, dulce y agradable parezca.
El lobo puede ser bautista, presbiteriano, pentecostal, hermano libre, metodista, menonita, liberal, fundamental, independiente, bíblico. Puede tener cargos en la iglesia, puede conocer mucho la Biblia y tener muchos dones. Pero recuerde: El lobo es siempre lobo.
Ningún lobo vestido de pastor pastoreara a las ovejas junto con otros lobos a las ovejas del redil del Señor.
Prácticamente en cada iglesia hay algún lobo, y muchas veces más de uno.
Al lobo se lo describe como... «hambriento». Esta palabra significa que el lobo tomará por la fuerza y consumirá codiciosa mente ira a las casas de las ovejas y comerá gratis . También se define en el diccionario cristiano, como «captar o devorar con hambre». En nuestro idioma español no hay palabras para describir cuán horrible es el ataque del lobo.

viernes, 10 de julio de 2015


Podríamos pasar dificultad, pero la fe y la obediencia nos garantizan la victoria que Jesús ya obtuvo por nosotros.
Escrito por. Margoth Salas.
Jesús, quien nos amó, ha vencido al pecado y a la muerte. Y somos más que vencedores porque Él peleó la batalla y nosotros recibimos el beneficio, sin haber muerto en la cruz. Es como un boxeador que gana el título y le entrega el cheque del premio a su esposa. Él es vencedor porque derribó al contrincante y recibió los golpes, pero su esposa es más que vencedora porque obtuvo la recompensa sin pelear.
Lo que nos hace más que vencedores es el amor de Cristo, así que nada debe separarnos de Él(1). ¿Cómo podemos identificar a alguien más que vencedor? Pues al ver que se toma de la mano del Señor sin importar por lo que esté pasando, sea bueno o malo. El Señor nos lo asegura, ¡ya vencimos al maligno! Es fácil vencerlo porque, de hecho, desde antes de enfrentarlo, ya había sido derrotado por Jesús(2). Entonces, ¿por qué a veces permites que te derrote lo negativo? Porque realmente no crees que Jesús ya venció la angustia y el pecado. Cuando confiamos en Él, las victorias se manifiestan en todas las áreas de nuestra vida, pero si confiamos solo en nuestra fuerza, no logramos vencer.
Debemos recordar que Dios creó a Adán con dominio, autoridad y victoria(3). Pero al pecar, perdió lo que había recibido. Sin embargo, nosotros ya fuimos redimidos por la sangre de Cristo y gracias a Él recuperamos la autoridad. El problema es que cuando pecamos, sufrimos el daño colateral de la pérdida de confianza en nuestra identidad y capacidad de superar los errores. Así que confía en el Señor y acepta la redención que te ofrece y que te devuelve el dominio sobre el enemigo. Jesús, el segundo Adán, vino a salvarnos y nos hizo nacer de nuevo en Su Espíritu(4). En esa nueva vida, recuperamos la autoridad perdida porque Él tiene toda potestad sobre el cielo y sobre la tierra. Entonces, ahora puedes vencer porque ¡tienes autoridad de nuevo! Date por vencedor, recupera tu confianza en Jesús y Su victoria será la tuya.
Un claro ejemplo de la autoridad que nos da la fe es lo que La Palabra nos cuenta sobre la conquista de Jericó, una ciudad que estaba bien cerrada. Pero Dios le dijo a Josué que ya la había entregado en manos de Su pueblo. Y le dio instrucciones sobre lo que debían hacer(5). Actualmente hay puertas en tu vida que estaban cerradas, pero el Señor te dice que ¡están por caerse las paredes y entrarás donde no era posible! Confía y obedece las instrucciones de Dios, porque Él ya arregló tu victoria, así como dispuso todo para que Su pueblo conquistara Jericó.
La instrucción que Josué recibió era un poco extraña para alguien que esperaba luchar por la Tierra Prometida, ya que rodear la ciudad y tocar las trompetas durante siete días no era precisamente la idea de una lucha. Sin embargo, obedecieron, demostrando que nada los separaba de la fe y el amor que le rendían a Dios. Lo mismo debes hacer tú ahora. A veces te cansas de esforzarte por lograr el bien, piensas que perdonar, amar y bendecir no dan resultado, pero no desmayes, ¡confía un día más! A veces debes hacer siete veces más de lo que piensas que es suficiente para recibir lo que Dios quiere darte. Él está convencido de tu victoria, pero tú también debes estar convencido.
Cuando nada nos separa de Su amor, sabemos que somos más que vencedores y estamos dispuestos a seguir Sus instrucciones por extrañas que parezcan. Esa fe y obediencia es la que nos da la victoria. Seremos más que vencedores si estamos plenamente convencidos de que ni la vida, ni la muerte, ni el enemigo ni las puertas cerradas nos separarán del amor de Dios y de la fe en nuestra victoria.
En medio de las dificultades, aprendamos a diferenciar lo externo de lo interno. Claro que podríamos estar atribulados, en apuros, perseguidos y derribados, todo eso es externo, es lo que el mundo podría hacernos sentir. Sin embargo, nuestra fe en la victoria que ya tenemos provoca que, a pesar de todo eso negativo, no estemos angustiados, desesperados, desamparados ni destruidos. Lo que vence al mundo es nuestra fe. Si las circunstancias te han derribado, levántate victorioso porque en el Señor, nada puede destruirte. Esfuérzate en obedecerlo, en rodear los muros las veces que sea necesario para que Él haga Su parte y los milagros sucedan en tu vida. Solo la fe puede darte el valor para hacer lo que Dios te mandará, porque los muros cayeron por el poder del Señor, no por la vueltas que el pueblo dio. Fue la plena confianza en Dios lo que les dio la victoria. Haz lo que Su Palabra dice y deja que Él mueva Su mano. Entrégale tu vida a Jesús, quien por Su gracia te ha dado la vida eterna y la victoria sobre el mundo.
Versículos de referencia
1 Romanos 8:35-39 asegura: ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito:
Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
2 1 Juan 2:13-14 dice: Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre. Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno.
3 Génesis 1:28 comparte: Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
4 Mateo 28:18-20 explica: Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
5 Josué 6:1–4 relata: Ahora, Jericó estaba cerrada, bien cerrada, a causa de los hijos de Israel; nadie entraba ni salía. Mas Jehová dijo a Josué: Mira, yo he entregado en tu mano a Jericó y a su rey, con sus varones de guerra. Rodearéis, pues, la ciudad todos los hombres de guerra, yendo alrededor de la ciudad una vez; y esto haréis durante seis días. Y siete sacerdotes llevarán siete bocinas de cuernos de carnero delante del arca; y al séptimo día daréis siete vueltas a la ciudad, y los sacerdotes tocarán su bocinas.
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jueves, 9 de julio de 2015


LOS REQUISITOS BÍBLICOS PARA SER PASTOR
Escrito por: Margoth Salas
Irreprensible. 1 Timoteo 3:2; Tito 1:7
Buen testimonio. 1 Timoteo 3:7
Decoroso. 1 Timoteo 3:3
Sobrio. 1 Timoteo 3:3; Tito 1:8
Dueño de sí mismo. Tito 1:8
Prudente. 1 Timoteo 3:2
Justo. Tito 1:8
Santo. Tito 1:8
Amante de lo bueno. Tito 1:8
Hospedador. 1 Timoteo 3:2; Tito 1:8
Amable. 1 Timoteo 3:3
Apacible. 1 Timoteo 3:3
No iracundo. Tito 1:8
14. No pendenciero. 1 Timoteo 3:3; Tito 1:7
No codicioso de ganancias deshonestas. 1 Timoteo 3:3; Tito 1:7
No avaro. 1 Timoteo 3:3
No soberbio. Tito 1:7
No dado al vino. 1 Timoteo 3:3; Tito 1:7
Que gobierne bien su casa. 1 Timoteo 3:4
Marido de una sola mujer. 1 Timoteo 3:2
Hijos en sujeción con toda honestidad. 1 Timoteo 3:4
Hijos creyentes. 1 Timoteo 3:4
Hijos no acusados de disolución 1 Timoteo 3:4
Hijos obedientes 1 Timoteo 3:4
Retenedor de la palabra fiel tal y como ha sido enseñada. Tito 1:9
Aptos para enseñar. 1 Timoteo 3:2
Capaz de exhortar y convencer. Tito 1:9
No un neófito. 1 Timoteo 3:6

LOS REQUISITOS BÍBLICOS PARA SER PASTOR
La biblia nos da una lista de 28 requisitos para el pastor. Necesitamos examinarnos a nosotros mismos para saber si calificamos para este trabajo. 1 Timoteo 3:2-7; Tito 1:6-9.
1. Irreprensible (1 Timoteo 3:2)
Esto quiere decir una conducta incuestionable, irreprochable. Yo encuentro que hay muchos pastores que están utilizando eso como una bandera de protección para vivir una vida pecaminosa. No que van a ser perfectos, pero hay un gran abismo entre querer vivir una vida que agrada a Dios y una vida que simple y sencillamente poco le interesa agradar a Dios. Estas preguntas sirven de auto examen, para examinar su corazón delante de Dios.
Nos escandalizamos cuando un pastor cae en pecado. Yo he sabido de tantos y Dios conoce el corazón de cada uno que da tristeza cuando yo me entero de un pastor, un siervo de Dios, que ha caído en algún pecado que lo descalifica para seguir adelante en el ministerio. En realidad eso no ocurre de la noche a la mañana. Eso es un proceso que empieza en algún momento y que poco a poco ellos van permitiendo que ese pecado, esa forma de vida pecaminosa, sucia, vil, forme parte de ellos mismos. Cuando al fin se descubre esos pecados se dan cuenta de que en realidad no fue algo ocasional, fue un proceso que ya tenía mucho tiempo.
Estas preguntas son para auto examinarse en este requisito bíblico para ser pastor.
¿Alguien comúnmente tiene causa para acusarte de mal proceder?
Desde que ha sido salvo, ¿Alguien te ha denunciado o te ha acusado judicialmente por algo? Hay acusaciones falsas que nos hacen pero que tragedia cuando son verdaderas.
¿Ha sido culpado en los últimos tres años de una violación al reglamento de tránsito, o alguna ofensa criminal? Parece que este es el pecado favorito de los pastores. Algunos hasta la licencia les quitan de por vida. Tenemos que examinarnos.
¿Eres un buen ejemplo para tus hijos, tu esposa, y tu iglesia?
¿Piensas que alguien en tu iglesia se ofendería o tropezaría por tu culpa si eres el pastor? ¿Quién? Hay personas que su opinión no tiene peso, pero hay personas que definitivamente aman al Señor y quieren vivir para Dios y definitivamente tienen algo que señalarnos.
¿Has estado en banca rota? Algunos ahí viven siempre. Creo que uno de los problemas que tienen es que son malos administradores. Muchos pastores no llevan un presupuesto. ¿Cómo podemos enseñarle a los miembros de la iglesia a ser ordenados en sus finanzas, si ellos no lo son ordenados en las finanzas? Como usted maneja su dinero así va a manejar el dinero de la iglesia. Tenemos que aprovechar cada centavo que tenemos al menos que usted tenga un manantial de dinero y si lo tiene dígame ¿Dónde está? para ir a ayudarle a recoger un poquito porque siempre andamos en necesidad. Tengo que empeñar algunos ujieres y algunos diáconos y no sé si me den algo por ellos. Pero que tragedia que algunos pastores no son nada ordenados en sus finanzas.
¿Haces promesas que no cumples? Y como les encanta a los pastores, prometer y prometer y nunca cumplir. Eso se llama mentira. La biblia dice que un requisito bíblico es ser irreprensible. Los hermanos de la iglesia cuando escuchan al pastor hablar dicen: Ya lo sabemos nunca se va a hacer. ¿Usted es así?
¿Exageras? ¿Mientes? Irreprensible. Eso quiere decir que nadie tiene que poner un dedo para señalarnos diciendo yo escuche, yo te vi, yo te oí. Estamos en esa batalla, todos estamos en esa batalla. Pero que terrible es cuando un pastor definitivamente ya esta yendo cuesta abajo y ya no le importa, y su justificación es díganme: ¿Quién es perfecto?, díganme ¿Quién no peca? Si esa es la justificación entonces se vale que los hermanos vivan como quieran. ¿Para qué estan predicando? ¿Para qué decimos somos siervos de Dios? Mejor vamos a dedicarnos a vender tamales o terrenos en los panteones a la mejor eso es mas negocio. Irreprensible, ese es el primer requisito.
2. Buen Testimonio (1 Timoteo 3:7)
Esto se refiere a gente fuera de la iglesia ¿Tenemos buen testimonio? Las preguntas nos deben de servir para saber cómo andamos. Este es como un termómetro. Como ir al doctor y saber cómo andamos de buen testimonio Las personas de afuera tendrán que dar un buen testimonio del pastor, como es su comportamiento, su manera de guiar a sus hermanos, tratar de respetarles sin abusar.
¿Cómo es tu testimonio en la comunidad? Excelente – bueno – Recto – Malo
Cualquier no creyente ¿Tiene queja legitima contra ti? Eso sería una verdadera tragedia. Usted mismo se está descalificando de ser pastor. Nadie más lo está descalificando, solo usted. Esto es lo que sucede, un día Dios permite que esa vida desordenada que están llevando salga a la luz, Dios se encarga de sacarla a la luz y que todo el mundo se entere de la clase de pastor que son y entonces vienen los lamentos.
Cuantas veces he mirado y escuchado de varias congregaciones pastores que han quedado descalificados. Pero cuando empezamos a averiguar su vida, nos damos cuenta que es un proceso que ha seguido y termina un día explotando, haciendo crisis. Por eso que bendición que hay predicaciones donde les señalan el pecado de ellos mismos , donde les pisan los callos, donde les hacen sentir incómodos, se sienten medio molestos, algunos hasta parece que tienen almorranas no pueden estarse quietos. Eso quiere decir que Dios quiere hacerles saber lo mal que se están portando. Dios quiere bendecirlos, Dios nos está diciendo; hijo mío, a ti te estoy hablando, arregla ese problema que tienes en tu corazón antes de que ese pecado te descalifique. Porque Dios lo sabe, ¿Cree que Dios no sabe cómo vivimos? ¡Claro que lo sabe!
Vienen una serie de preguntas para que examine con cuidado. Hágase las a usted mismo y honestamente contéstalas. No se trata de impresionar a nadie. Están sirviendo al Señor quien nos conoce perfectamente bien y él se va a encargar de ese pecado que los pastores tratan de disfrazar, salga un día a la luz y entonces van a sufrir la vergüenza y el dolor de no solamente quedar descalificados del ministerio, pero probablemente perder todo lo que Dios les ha dado. Examínense constantemente por su propio bien. No me hace ningún daño a mí, se lo hace a usted.
3. Decoroso (1 Timoteo 3:2)
Vivir en una forma modesta, sin extravagancias. ¿Vive usted en una forma modesta? Hay algunos pastores que luego luego se ve donde está su interés. Una buen auto, varias casas, de no sé cuantas recamaras y la iglesia amolada, apenas subsistiendo sin tener recursos para ningún ministerio, pero el pastor lleno de dinero.
4. Sobrio (1 Timoteo 3:2)
Literalmente significa lo contrario a lo que produce el alcohol. Pensamientos vagos, no ágiles, etc. usted sabe cómo andan los borrachos. Esto es lo contrario a una persona tomada a un borracho.
5. Dueño de sí mismo (Tito 1:8)
Que fácilmente pierden el dominio propio algunos pastores. Control de sí mismo en todos los aspectos, mente, emociones, temperamento. ¿Es usted dueño de sí mismo? o grita cuando le fastidia que le digan la verdad?
6. Prudente (1 Timoteo 3:2)
Esto quiere decir que es de una mente sana, centrada, buen juicio.
7. Justo (Tito 1:8)
Dentro y fuera de la iglesia, honesto, equitativo.
8. Santo (Tito 1:8)
Separado de prácticas mundanas y dudosas. Consagrado a Dios para hacer el bien.
9. Amante de lo bueno (Tito 1:8)
Esto quiere decir promotor y compañero de lo bueno. Sano, justo. Nadie puede ver lo que hay en nuestro corazón. Pero un día lo que hay en nuestro corazón va a salir a flote tarde o temprano. Por eso tenemos que cuidar nuestro corazón y por eso están estos requisitos bíblicos. Dios quiere usarnos. Dios quiere bendecirnos. Dios quiere prosperar lo que hacemos pero a veces el obstáculo somos nosotros.
10. Hospedador (1 Timoteo 3:2; Tito 1:8)
Esto significa hospitalario, dispuesto, no forzado. Hay algunos que dicen pues ni modo lo tengo que recibir pues que le hago. Tiene que ser hospitalario y si usted no es hospitalario ni es hospedador ¿Cómo espera que los miembros de su iglesia lo sean? Tarde o temprano vamos a necesitar que los miembros de nuestra iglesia hagan algo en este sentido.
11. Amable (1 Timoteo 3:3)
Esto quiere decir ser cortés con todas las personas. Dicen por ahí que lo amable no quita lo valiente. Lo Cortés no quita lo educado. Hay que ser amables.
12. Apacible (1 Timoteo 3:3)
Un promotor y seguidor de la paz. Estos son los requisitos bíblicos para ser un pastor. Yo no los puse. Fue Dios el que los puso. Si usted no los llena. Usted mismo se está descalificando, no es Dios el que lo está descalificando, es usted, su manera de vivir. Por su propio bien, más vale que constantemente esté examinando estos requisitos bíblicos y trate de sujetarse a ellos.
13. No iracundo (Tito 1:7)
Hay algunos pastores que les dicen el cerillo, porque con nada se prenden. Predecible, estable, lo contrario de un peleonero. Hay algunos pastores que les encanta andar metiéndose en broncas, pleitos que ni siquiera son de ellos ahí están metidos.Mentirosos, chismosos.
14. No pendenciero (Tito 1:7)
Que interesante que la biblia habla en los requisitos de un pastor tanto de esto. Habla de su carácter, su temperamento. Esto significa una persona mansa, apacible, que no busca y no se mete en pleitos pero hay algunos que les encanta andarse metiendo en pleitos hasta parece que andan buscando donde hay un pleito que quieren estar ahí.
15. No codicioso de ganancias deshonestas (Tito 1:7)
No conseguir dinero mediante trampas o engaños por medios ilícitos. Hay algunos pastores que tienen les encanta hacer en las iglesias eventos,venta de mercadería, rifas, para obtener mas dinero.
16. No avaro (1 Timoteo 3:3)
Si usted es avaro debería dejar el ministerio porque va a tener muchos problemas. Esto quiere decir no un materialista, no un asalariado. El que no es avaro no tiene ningún problema con el dinero. El que es avaro esta dependiendo nada más de lo que le dan. Y es por eso que muchos pastores no quieren predicar lo que la palabra de Dios enseña porque se le va el hermano que siempre le trae un regalito, el que más lana tiene. No importa que viva en una forma desordenada el tiene más dinero, entonces vamos a aprovecharlo. Entiendo si es que es nuevo ese hermano, recién convertido, tiene que pasar por el proceso de crecimiento. Pero si ya tiene cinco, diez años ahí en la iglesia y sigue igual de mañoso usted se está convirtiendo en cómplice de él. Como dice el dicho: Que tanto peca el que mata la vaca, como el que le agarra la pata. Hay un montón de pastores agarrándole la pata a la vaca y no nada más a la vaca.
17. No soberbio (Tito 1:7)
Un pastor debe ser humilde, desinteresado de su propio beneficio, sujeto a Dios.no esperar que en cada cumpleaños le regalen ternos y todo lo que necesita.
18. No dado al vino (Tito 1:7)
No dado al vino, ni a la marigüana, ni a la cocaína, ni a la heroína, El pastor no debe ser un alcohólico pero tampoco uno que ande tomando o promoviendo el abuso del vino o bebidas embriagantes. Ahí está en la biblia. Estos son requisitos bíblicos. No los puso una iglesia, los puso Dios.
19. Que gobierne bien su casa (1 Timoteo 3:4)
La esposa del pastor tiene que ser el espejo de la congregacón, donde las mujeres aprendan de ella, el pastor debe tener un hogar transparente dentro y fuera del hogar.
Cada aspecto de su hogar y su familia. Finanzas, casa, hijos, esposa.
20. Marido de una sola mujer (1 Timoteo 3:2)
No tener una mujer por turno. Si no una sola mujer para siempre. Ahí está en la biblia. Ahora se está acostumbrando que los pastores bautistas fundamentales se están divorciando y se están volviendo a casar y están queriendo pastorear. Ese es el problema.
21. Hijos en sujeción con toda honestidad (1 Timoteo 3:4)
Si no puede controlar a sus hijos ¿Cómo enseñara a los padres de la congregación a controlar a los suyos? ¿Cómo andan sus hijos hermano pastor? Yo se que llegan a una edad donde ya nosotros no podemos controlarlos y en cierta forma ya no somos responsables de ellos. Si deciden tomar un mal camino será decisión de ellos. La tragedia es que están en la casa del pastor, viviendo bajo el techo del pastor y viven una vida desordenada.
22. Hijos creyentes (Tito 1:6)
Si no puede ganar a sus propios hijos ¿Cómo los tendrá en sujeción?
23. Hijos no acusados de disolución
Hijos inmorales y rebeldes, mundanos y carnales. Disolución significa que disuelve, destruye. Que destruye el hogar, la iglesia. ¿Qué autoridad puede tener el pastor para pararse a predicar la palabra de Dios cuando sus hijos se comportan de esta forma? Estos son requisitos bíblicos. No los puse yo, no los puso una organización, los puso Dios. Debemos de sujetarnos a estos requisitos.
24. Hijos obedientes
Aunque el pastor no debe poner a su familia como ejemplo. Debe ser un ejemplo. No cometa el error de algunos pastores de estar hablando siempre de sus hijos. Que son los mejores y que usted tiene unos excelentes hijos. Usted está poniendo una carga tremenda sobre sus propios hijos. No lo haga por su propio bien y el de sus hijos.
25. Retenedor de la palabra fiel tal y como ha sido enseñada (Tito 1:9)
El pastor tiene que saber lo que cree, ¿Por qué lo cree? y encontrarlo en la biblia. Si usted no puede encontrar lo que predica en la biblia no lo predique.
26. Apto para enseñar
Yo sé que no todos tenemos el don de la enseñanza. Algunos tienen el don, se les da. ¿Qué es lo que tenemos que hacer entonces? Prepararnos, estudiar. No hay predicador que si se prepara no pueda predicar un buen mensaje o no pueda ir mejorando en su predicación. Pero si no estudia, no lee, es perezoso, no pasa tiempo con Dios, ahí está el problema.
Capacitado, preparado y preparándose continuamente para enseñar las verdades bíblicas. No lo sabemos todo. Algunos creen que por estudiar en un instituto bíblico ya son Juan Camaney. Ya yo la hago fácilmente. No es así, pobrecito de los pastores que creen que lo saben todo. Por eso repito que bueno es tener predicaciones como estas. No solo Dios nos redarguye, si no que vamos aprendiendo, vamos mejorando, vamos viendo diferentes aspectos de nuestra propia necesidad
27. Capaz de exhortar y convencer
Dios capacita a sus siervos, pero el pastor debe preparase todo lo humanamente posible para amonestar, animar y reprender todo lo que dice la vida.
28. No un neófito (1 Timoteo 3:6)
Esto quiere decir no un principiante o una persona inmadura sin disciplina sin carácter. Y yo le animo a que constantemente examine cada uno de estos requisitos bíblicos a la luz de estas preguntas y luego sea honesto, si hay que hacer cambios en su vida hágalos porque de otra manera puede terminar con problemas.o si no cumple con estos requisitos, vaya a su casa y primero edifique su hogar que es el primer ministerio que Dios nos pide, acaso podemos construir el segundo piso cuando nunca construimos el primero, así es en lo Espiritual.

El Señor te dará sabiduría para escoger a la persona con quien compartirás tu vida.
Escrito por: Margoth Salas
Cada oveja elige a su pareja
¿Cuántos errores se han cometido al elegir pareja? Por eso, debemos aprender a escoger. En cuestión de seleccionar a la persona con quien pasaremos el resto de la vida, muchos dicen que el peor gorgojo se termina comiendo la mejor mazorca, porque ¡vemos tantas parejas disparejas! ¿Por qué la princesa se enamora de Shrek? Porque ella también sabe que lleva un ogro dentro, así que finalmente son una buena pareja. Pero, ¿qué me dicen de la bella y la bestia?, pues que realmente el físico importa, aunque no tanto, ya que es factible ser felices, siempre y cuando escojamos a nuestra pareja con sabiduría, ya que lo importante es acoplarse y aprender a vivir juntos.
Por lo general, las personas se casan con quien quieren vivir; todas quieren a Brad Pitt y todos a Angelina Jolie, pero hay que buscar con quien se puede vivir, lo que es muy diferente, ya que a veces no es posible vivir con quien queremos. Las parejas felices son las que se unieron porque se acoplan, tienen intereses y valores en común. Nelsón me cautivó por su espíritu afable y apacible que me ofrece balance en todo. Gracias a Dios, encontré en el a un hombre con quien quiero y puedo vivir, pero la prioridad era encontrar alguien que me apoyara y amara al Señor. Algunos jóvenes buscan “sentir del Señor” algo que les indique quién es su pareja, pero lo que debemos pedir es sabiduría y para adquirirla hay que leer la Biblia, donde descubriremos los parámetros para encontrar a la persona ideal. ¡Deja de sentir y busca ser sabio para elegir! Cuando Nelsón y yo nos casamos hicimos un pacto que recomiendo a toda pareja: “Amarnos tal como amamos al Señor, con todo el corazón, las fuerza y la mente”, lo que significa amar con sabiduría, no solo dejarnos llevar por el gusto y el cariño.
¡No hay nada que pueda engañarte más que tu corazón!1 Así que no te dejes llevar por las emociones al buscar a esa persona con quien puedes comprometerte en un proyecto de vida. Antes de escoger, necesitas asesores que te orienten y te ayuden a abrir los ojos a lo que no estás viendo en la otra persona. Solo Dios conoce el corazón, por eso dejó las Escrituras que son como luz en nuestro camino. No te apartes de Su Palabra, porque la necesitas para escoger a tu pareja. Siempre le digo a las jovencitas que jamás se casen por amor al dinero, pero que procuren enamorarse de alguien que tenga algo que ofrecerles. Responsabilidad es lo primero que debes buscar en una persona. Si te gusta su aspecto a primera vista, dale una segunda mirada a sus valores y a su visión de la vida.
Sobre todo y para toda elección, hay que adquirir sabiduría e inteligencia. Sabemos que hay tres decisiones importantes en la vida. Lo primero es pensar más allá de la existencia y decidir dónde queremos pasar la eternidad, por lo que aceptar al Señor y aprender de Su Palabra es la mejor opción para asegurarnos la vida eterna a Su lado. La segunda decisión importante es encontrar a qué nos dedicaremos mientras estemos en este mundo. Y cuando ya lo sabemos, podemos encontrar a la persona ideal para que nos acompañe y apoye en ese camino que escogimos. Esa es la tercera decisión, con quién viviré. Toma en cuenta estas tres decisiones y todo lo demás vendrá como consecuencia de ello.
Cuando un joven de 18 años me preguntó si ya estaba en edad de casarse, yo le dije: “Si ya estás dispuesto a trabajar para que otro descanse, a dejar de comer para que otro coma, y a morir para que otro viva, definitivamente ya estás listo para buscar pareja y casarte”. El matrimonio no es cuestión de edad, sino de carácter, aunque está claro que conforme más edad tenemos, más preparados estamos porque hemos establecido nuestras prioridades.
¡Evita el sufrimiento! No inicies una relación con alguien a quien no le ves posibilidades para formalizar. Todo noviazgo tiene dos salidas: rompimiento o casamiento. Parece demasiado radical, pero los jóvenes deben recordar que en ellos se encuentra la responsabilidad de la siguiente generación y de sus decisiones depende la bendición que recibirán para sus hijos y los hijos de ellos. Si lo vemos desde esa perspectiva, bien vale la pena detenerse a pensar, antes de declararle tu amor a alguien, ¿no crees?
Jovencita, si un joven no sabe lo que quiere, ¿te parece prudente incluirte en esa incertidumbre? ¡Por supuesto que no! Entonces, no tiene sentido que te arriesgues. Creer que nos casaremos con el primer novio o novia es casi creer en cuentos de hadas, pero hay que ser sensatos y no andar por la vida con demasiados ensayos y errores. Aunque, como cristianos, también vale la pena darnos que cuenta de que podemos equivocarnos en el noviazgo. Si algo no resulta, es mejor terminar una relación de novios que vivir un matrimonio equivocado. En esta cuestión de encontrar pareja, aconsejo de los padres de familia que no busquen perfección, que amen a sus hijos y los apoyen, porque ellos necesitan un padre y una madre, no quien los critique y los condene.
Elegir pareja es delicado, no es cuestión de gustos. Claro que es válido disfrutar del enamoramiento y de la felicidad de sentirse complementado por alguien, pero nunca se debe perder de vista el objetivo de encontrar a la persona idónea para vivir y compartir el sueño de formar una familia. Así que es determinante que busques a Dios para tomar la decisión. Pídele que te guarde en el proceso para que tus valores sean más importantes que tus gustos. Si lo involucras, Él te ayudará a encontrar a alguien que comparta tu anhelo por servirlo y formarán una familia bendita en Su amor.
Dile al Señor: “Hoy decido buscar a mi pareja de acuerdo a Tus enseñanzas. Toda maldición de separación y divorcio se aleja de mi familia y de mi futuro. Jesús, abre mis ojos, mente y corazón a Tu sabiduría. Tú eres esposo de la Iglesia, Tú sabes de matrimonio y de amor a toda prueba, por eso, sé que me ayudarás a escoger mi pareja, ¡gracias!”
Versículos de referencia
1 Jeremías 17:9-10 enseña: Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.
2 Proverbios 4:7-9 dice: Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría;?Y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia. Engrandécela, y ella te engrandecerá;?Ella te honrará, cuando tú la hayas abrazado. Adorno de gracia dará a tu cabeza;?Corona de hermosura te entregará.

viernes, 3 de julio de 2015

CRISTO QUITA LA ANSIEDAD EN EL CRISTIANO
Escrito por : Margoth Salas
1ª Pedro 5:6-10
6 Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;
7 echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;
9 al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.
10 Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.
Aquí vamos a ver un versículo que nos habla acerca de nuestra condición , mucha de las veces hay pecados o situaciones difíciles en nuestra vida, somos cristianos, somos salvos, entendemos lo que es la salvación, sabemos a donde vamos cuando nos toque morir, tenemos una iglesia, tenemos tantos beneficios en esta vida, pero hay una cosa que a pesar de ser cristianos batallamos con la Ansiedad, a pesar de ser cristianos, muchas veces caemos en la ansiedad.
El Versículo 7 nos dice que echemos toda nuestra ansiedad sobre El, por que El tiene cuidado de nosotros.
La ansiedad y el estrés son las enfermedades mas comunes de esta era moderna, las clínicas están llenas para solucionar este asunto. La ansiedad se define como un sentimiento de intranquilidad e inquietud, es un estado de agotamiento o zozobra del animo, la ansiedad es algo que no es, algo que todavía no pasa, pero que tenemos miedo a que pase.
A veces andamos demasiado preocupados por “lo que quizás va a pasar”, cuando ni siquiera les llega ese momento, ¿les ha pasado eso? A veces somos cristianos, somos salvos, confiamos en que Cristo nos ha salvado, ¿ pero, por que andamos ansiosos a veces? Pensando en que quizás va a suceder algo que quizás ni va a suceder, pero eso cautiva nuestra mente, toma el control de nuestra mente y al tomar el control de nuestra mente, toma el control de nuestra actitud muchas veces, andamos todos decaídos, andamos todos decaídos, con una actitud indiferente, por que hemos caído en la ansiedad, en andar pensando que quizás va a pasar algo que posiblemente ni va a pasar.
En el nuevo testamento la palabra se traduce al español como ansiedad o como no se preocupen o no se afanen, la palabra viene del vocablo griego que quiere decir: tener una mente dividida, alguien ansioso es alguien que no carga su mente bien firme, anda indeciso en su mente, anda preocupado entre un pensamiento y otro, la ansiedad es el preocuparse por el futuro, ¿Qué va a pasar en el futuro? ¿y si me pasa esto? ¿y si me pasa aquello?, hermanos andamos demasiado ansiosos y por eso dice: echando toda vuestra ansiedad sobre El.
Mateo 6:24-34
24 Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.[a]
25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
27 ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?
28 Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan;
29 pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.
30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?
32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.
33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.
La ansiedad es falta de fe.
Guardamos demasiada ansiedad, de donde surge la ansiedad, y en este pasaje vemos que es de tantas preguntas que nos hacemos, la ansiedad surge de ¿Qué va a ocurrir mañana? ¿Qué será de mi vida? ¿Cómo me va a evolucionar esta enfermedad? ¿Tendré trabajo mañana? ¿ganaré lo suficiente para sostener a mi familia? Tenemos tener del futuro, temor al mañana, temor al rechazo, de todas esas preguntas viene la ansiedad.
El futuro nos atemoriza, nos cautiva muchas veces el temor de lo que va a pasar. La ansiedad es falta de confianza en Dios.
Genesis 32:1:7
Jacob siguió su camino, y le salieron al encuentro ángeles de Dios.
2 Y dijo Jacob cuando los vio: Campamento de Dios es este; y llamó el nombre de aquel lugar Mahanaim.[a]
3 Y envió Jacob mensajeros delante de sí a Esaú su hermano, a la tierra de Seir, campo de Edom.
4 Y les mandó diciendo: Así diréis a mi señor Esaú: Así dice tu siervo Jacob: Con Labán he morado, y me he detenido hasta ahora;
5 y tengo vacas, asnos, ovejas, y siervos y siervas; y envío a decirlo a mi señor, para hallar gracia en tus ojos.
6 Y los mensajeros volvieron a Jacob, diciendo: Vinimos a tu hermano Esaú, y él también viene a recibirte, y cuatrocientos hombres con él.
7 Entonces Jacob tuvo gran temor, y se angustió; y distribuyó el pueblo que tenía consigo, y las ovejas y las vacas y los camellos, en dos campamentos.
Jacob empezó a pensar: ¿ si viene mi hermano y quizá me mata? Quizás esto y quizás el otro, muchas veces la ansiedad son cosas que pensamos que van a suceder y que posiblemente ni van a suceder, pero como nos cautiva la mente eso y como nos tiene como presos, nos hace tomar otra actitud y hasta nos impide hacer lo que debemos de hacer por que vivimos cautivados por la ansiedad.
Cuantas veces andamos preocupados por el futuro y ni disfrutamos el presente y posiblemente ni vamos a disfrutar el mañana, nos la p asamos preocupados hoy por lo que va a pasar mañana y ni disfrutamos hoy. Demasiados ansiosos, demasiados afanados.
Dios quiere que confiemos en El, que echemos toda nuestra ansiedad sobre El. El quiere, El desea que echemos nuestra ansiedad sobre El, que no ande todo temeroso, medroso, decirle: Señor, tengo que esta intención, esta pasando esto, que se haga tu voluntad! Como tu quieras! Yo voy a descansar.
Muchos hombres de la Biblia tuvieron ansiedad como nosotros, pero no permitieron que la ansiedad los invadiera, David, Jacob, Jeremías, pero la diferencia es que no dejaron que la ansiedad los dominara, los cautivara, decían: tengo problemas, tengo dificultades pero voy a confiar en Dios.
Salmos 55:1-6
Escucha, oh Dios, mi oración,
Y no te escondas de mi súplica.
2 Está atento, y respóndeme;
Clamo en mi oración, y me conmuevo,
3 A causa de la voz del enemigo,
Por la opresión del impío;
Porque sobre mí echaron iniquidad,
Y con furor me persiguen.
4 Mi corazón está dolorido dentro de mí,
Y terrores de muerte sobre mí han caído.
5 Temor y temblor vinieron sobre mí,
Y terror me ha cubierto.
6 Y dije: !!Quién me diese alas como de paloma!
Volaría yo, y descansaría.
Muchas veces viene satanás a nuestra mente y nos trae pensamiento, nos trae ideas de que quizás te pasa esto, quizá saben de esto, quizá esto, quizá aquello.
Dice David, vinieron y me atemorizaban, tenia temor de lo que iba a pasar, pero en mucho de los salmos David vemos como confiaba en Dios, decía: si tengo dificultades, si tengo preocupaciones, ansiedad, pero no voy a dejar que la ansiedad supla o supere el poder de Dios.
Dios prometió estar con nosotros y quiere que confiemos, la ansiedad se va a suplir o extinguir cuando uno pone su confianza en Dios.
Cuando uno pone la confianza en Dios no va a ver lugar para la ansiedad.
Salmos 56:3
En el día que temo,
Yo en ti confío.
Una de las causas por que andamos con ansiedad es por que no oramos, nos preocupamos demasiado, pensamos demasiado y lo que menos hacemos es orar.
David tenía temor, pero confiaba en Dios, nosotros tenemos temor, pero no confiamos en Dios, no le dejamos las cosas a Dios.
Salmos 55:22
Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará;
No dejará para siempre caído al justo.
Dios nos exhorta a echar nuestras cargas sobre El.
Hay muchas cosas que no podemos solucionar, y ¿para que cargarlas entonces?
No tiene sentido afanarse por las cosas que uno puede controlar, por que si se puede controlar no tiene sentido afanarse y No tiene sentido afanarse por las cosas que uno no puede controlar, por que si no se puede controlar para que te afanas.
Hay cosas que no se pueden controlar pero como quiera te afanas y como quiera no las controlamos y hay cosas que podemos controlar y nos afanamos y tampoco las controlamos, muchas veces es mas la preocupación la ansiedad que cargamos y no arreglamos nada muchas veces.
El no estar ansioso no significa que uno no planee. De decir; me acuesto y no me preocupo de nada si voy a comer o no, si voy a pagar la renta o no.
Puedes planear algo sin afanarte.
Cristo no estaba en contra de planear. Habla a favor de la planeación.
La mejor forma de combatir la ansiedad es la oración.
Muchas veces Cristo nos ha salvado, nos ha perdonado, borrado nuestros pecados pero nosotros seguimos con nuestro costal de pecado cargándolo. Dios te perdono a ti y borro tus pecados, ¿ pero por que seguimos angustiados? Medrosos por el pasado por el pasado y por el futuro, andamos cargando cargas que no nos corresponden.
La ansiedad puede cargar enfermedades si no tenemos cuidado, en nuestro cuerpo o mente.
Puede ser causa de angustia, puede mermar la productividad, afecta negativamente la forma en que usted trata a otros, reduce la capacidad para servir a Dios.
Hebreos 4:16
Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
Tenemos el trono de la gracia, antes no se podía entrar, estaba el lugar santo y santísimo, estaba el velo y no cualquiera entraba a ese lugar, pero cuando Cristo murió se rasgo el velo y ahora tenemos acceso. Cualquier persona puede entrar en el lugar que quiera a la hora que quiera. Pero por que no lo hacemos? Preferimos vivir con nuestra ansiedad, vivir con nuestras aflicciones, cuando podríamos ir y decirle, descargar nuestra ansiedad simplemente.
Una de las cosas para combatir la ansiedad es que usted coloque a Dios en primer lugar. Busque al Creador y permita que el sea el numero uno en su vida.
Tenga una actitud positiva ante la vida. Pensamos cosas que ni van a pasar. Cuando un muchacho quiere conquistar a una chica, todavía ni le dice nada y esta pensando: ¿ y si me dice que no? Cosas así, y la ansiedad te gana, muchas veces pensamos asi cuando ni va a pasar nada. Pero mientras en tu mente ya estas siendo cautivado, ya estas siendo derrotado por la ansiedad.
Confía en que Dios conoce tus necesidades.
Crea que Dios le proveerá lo necesario para su vida.
Evite especular con el futuro. Sacamos demasiadas cosas que ni van a pasar. Dios tiene el control de todo, podría aun hasta evitar las cosas que quizás si van a pasar, El podría evitarlas.
Hay confianza en que si yo le digo a Cristo las cosas, el no va a ir a decirle a otros, yo puedo ir con confianza a decirle mis angustias, mis fallas, temores y estoy seguro que El no le va a ir a decir a otros, hay confianza en El.
El tiene cuidado de nosotros, el nos ama, el promete cuidarnos. Isaías 41:10 No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
La ansiedad es por no creer esto que muchas veces dice, no estar confiando en lo que Dios dice. Cristo dijo: he aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo, Yo voy a estar contigo, entonces por que tienes temor? Por que andas todo ansioso? Medrosos, el problema es que muchas veces nosotros no andamos con El.
Debemos de confiar en Dios.
Juan 16:33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.
Cristo quiere que uno confíe en El, le eche sus cargas, les deje todas sus aflicciones y problemas, muchas veces no podemos solucionar los problemas, así que si no podemos para que cargarlos, que El sea el que se encargue de eso, que arregle la situación, esperar en la Gracia de Dios.
Filipenses 4:6
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Exprésele a Dios lo que quiere, lo que le aflige, dígaselo, déjele a El sus cargas y el arreglara nuestros caminos.
La ansiedad no nos quita la salvación, no nos quita muchos beneficios de Dios, pero nos puede estorbar para servir a Dios como deberíamos de servirle.
Podemos confiar en El. Ya sea pecado, temor, angustia ir y decírselo a Dios y dejárselo en sus manos y dejar de andar especulando, pensando cosas que quizás ni van a suceder.
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Como identificar a los falsos maestros, profetas y pastores según el profeta Jeremías
Escrito por: Margot Salas
Desde las más tempranas edades, los seguidores del Dios vivo y verdadero han tenido que luchar contra los falsos profetas, maestros y pastores. La seria instrucción negativa y la severidad espiritual causadas por estos “ciegos guías de ciegos”, (como los llamó Jesús), es que todos terminan cayendo “en el hoyo” (la condenación eterna).
El escritor bíblico que más comentarios hace acerca de los falsos guías religiosos es Jeremías. Les comparto, pues, un estudio de sus comentarios; para familiarizarnos con lo que los falsos religiosos dicen, hacen y cómo destruyen.
Podremos ver las similitudes con los modernos profetas, maestros y pastores falsos que hoy día igualmente trastornan la vida espiritual de los creyentes y tuercen las verdades de Dios, llevando a las multitudes al error.
Veremos que a través de sus escritos, Jeremías dedica unos ochenta versículos para condenarlos. Para nuestro estudio tomaremos las citas principales, y las analizaremos para conocer mucho mejor a estos perniciosos y falsos guías religiosos. Conociendo sus tácticas podremos con más facilidad identificar a los falsos profetas, maestros y pastores que hoy confunden, ciegan y destruyen espiritualmente al pueblo de Dios.
(Jeremías 2:8) “Los sacerdotes no dijeron: ¿Dónde está Jehová? y los que tenían la ley no me conocieron; y los pastores se rebelaron contra mí, y los profetas profetizaron en nombre de Baal, y anduvieron tras lo que no aprovecha”.
Jeremías identifica a sacerdotes, pastores y profetas que habían traicionado su llamamiento.
Dios había asignado a estos tres grupos de líderes religiosos la tarea de revelar sus verdades y mandamientos. (Deuteronomio 33:10 “Ellos enseñarán tus juicios a Jacob, y tu ley a Israel; Pondrán el incienso delante de ti, y el holocausto sobre tu altar”. (Malaquías 2:7-8) “Porque los labios del sacerdote han de guardar la sabiduría, y de su boca el pueblo buscará la ley; porque mensajero es de Jehová de los ejércitos. Mas vosotros os habéis apartado del camino; habéis hecho tropezar a muchos en la ley; habéis corrompido el pacto de Levi, dice Jehová de los ejércitos”. Sin embargo, entre los fieles, se levantaron falsos imitadores que pretendían ser los mensajeros de Dios.
En los días de Jeremías los “maestros”, es decir los levitas (los que habían sido llamados por Dios específicamente para enseñar su ley), ahora actuaban como si esa ley no existiera, e ignorándola, enseñaban lo que más les hacía aceptados y populares. Los “pastores” (estos no solo representaban a los líderes del templo sino también a los dirigentes políticos) se rebelaron contra mí, dice el Señor. Esos falsos líderes no querían relacionarse con el verdadero Dios ni con Sus verdades. Solo buscaban los beneficios que acompañan a aquellos que en verdad sirven a Dios.
Pretendían ser de Dios, pero realmente eran unos mentirosos, lobos vestidos de ovejas. Se parecían a los liberales religiosos de nuestros días que piadosamente se declaran mensajeros de Dios, aunque niegan la veracidad de la Biblia, la eficacia de Jesucristo, y abiertamente apoyan los pecados que la Biblia condena.
Por su parte los “profetas” en los días de Jeremías (esta representa la tercera agrupación llamada por Dios para proclamar su mensaje) actuaban como aquellos que no conocen a Dios. Jeremías los acusa de profetizar “en nombre de Baal”. Baal significa “sin valor”, o “sin provecho”. Al parecer, Jeremías hace un juego de palabras, señalando que los falsos profetas profetizan lo que no aprovecha. Es decir, sus mensajes no tienen contenido, son vacíos, sin respaldo bíblico.
¡Qué parecido a nuestros días! Ponen a un lado la Palabra de Dios y la sustituyen con visiones y mensajes propios, huecos, sin sustancia y sin provecho.
Jeremías 5:30-31 “Cosa espantosa y fea es hecha en la tierra; los profetas profetizaron mentira, y los sacerdotes dirigían por manos de ellos; y mi pueblo así lo quiso. ¿Qué, pues, haréis cuando llegue el fin?” El profeta Jeremías, viendo la funesta conducta inmoral del pueblo, señala como culpables a los falsos maestros. Predicar, enseñar y profetizar mentira engendra una conducta “espantosa”.
Veamos los pasos producidos por el error: Aquellos que debieran haber enseñado la verdad para formar un pueblo recto y moral habían traicionado su deber, convirtiéndose en los que con sus mentiras respaldaban cosas espantosas y feas en la tierra. Los más culpables eran los profetas. En lugar de denunciar el pecado para llevar al pueblo al arrepentimiento, lo que hacían era predecir prosperidad, salud y bienestar.
El pueblo, hipnotizado por sus promesas falsas, tranquilamente continuaba pecando y alejándose de Dios. Por su parte, los sacerdotes (pastores) flojamente dirigían por manos de ellos (por su propia autoridad) en lugar de seguir los principios dados por Dios en Su Sagrada Palabra. Adormecido espiritualmente, el pueblo no solo aceptaba su estado, así lo quiso. Le gustaba la prédica de profetas y pastores indulgentes que ni hacían demandas ni denunciaban el pecado.
Jeremías, al contrario, se quedaba asombrado: ¿Qué, pues, haréis cuando llegue el fin? Un día cada persona tendría que sufrir las consecuencias de esta indiferencia espiritual. ¡Cuán grande sería el juicio que les esperaba!
Jeremías 6:13-14 “Porque desde el más chico de ellos hasta el más grande, cada uno sigue la avaricia; y desde el profeta hasta el sacerdote, todos son engañadores. Y curan la herida de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz”. Jeremías se queja porque en vez de buscar a Dios, todo el mundo codicia lo material. Los sacerdotes y profetas, a causa de sus enseñanzas falsas, tenían la culpa. Todo el pueblo, desde el más chico de ellos hasta el más grande, seguía el ejemplo de esos maestros espirituales falsos, todos buscaban las cosas de esta tierra en lugar de buscar lo eterno. Los líderes espirituales, desde el profeta hasta el sacerdote, falsa y engaños amente enseñaban a la gente a vivir para el ahora. Dios, la eternidad y lo espiritual eran puestos a un lado. Todos buscaban dinero.
Curan la herida de mi pueblo con liviandad, es decir, los anhelos más profundos del corazón eran apagados por mensajes y palabras insignificantes y vacías de los profetas, maestros y pastores. En medio de la turbulencia e inseguridad política en que vivían, el mensaje engañador de los maestros espirituales era paz, paz; y no había paz.
Tan endurecidos estaban a cuenta de sus pecados que no estaban dispuestos a recibir la verdad ni responder a ella. En 8:10-11 Jeremías repite el mismo mensaje.
Busque: Jeremías 14:13-15
Acerca de estos profetas, pastores y maestros Dios declara: No los envié, ni les mandé, ni les hablé. Tenemos que recordar que se levantan hombres que pretenden enseñar y profetizar en nombre de Dios, pero en verdad están lejos de Él. Ni parte ni suerte tenía Dios con ellos. Jeremías, el verdadero profeta de Dios, tiene preocupación por las profecías hechas por los falsos mensajeros: ¡Ah! ¡Ah, Señor Jehová! He aquí que los profetas les dicen: No veréis espada, ni habrá hambre entre vosotros, sino que en este lugar os daré paz verdadera. El mensaje de Jeremías era uno de arrepentimiento, el de ellos era de tranquilidad. ¿Cuál era el mensaje verdadero? Dios responde: Falsamente profetizan los profetas en mi nombre; no los envié, ni les mandé, ni les hablé; visión mentirosa, adivinación, vanidad y engaño de su corazón os profetizan. Claramente enseña que en el pueblo se levantan pretendientes religiosos que se han auto nombrado, auto inspirado y auto enseñado.
Todos pretenden hablar en el nombre de Dios, pero son impostores. El mensaje de ellos se caracteriza por cuatro cosas: Visión mentirosa, adivinación, vanidad, y engaño.
La base de su proclamación no es la Biblia, es inventada por la mente de ellos mismos (véase 2 Timoteo 4:3-4). El verdadero profeta de Dios llama al pueblo a regresar a Dios (no es un mensaje que da falsa tranquilidad y esperanza). Ellos denuncian el pecado y piden reconciliación con Dios, por lo tanto no son populares. Terrible es el juicio divino que le espera a todos los profetas falsos. No hay pecado más terrible de aquel que escoge ser impostor. Falsificar el nombre de Dios, y engañar al pueblo es horriblemente pecaminoso.
Busque: Jeremías 23:9-15
Dos cosas dejan a Jeremías atónito: La terrible ruina espiritual creada por los falsos profetas, y el terrible juicio que ahora vendría sobre el pueblo y ellos. En estos textos se nos da un vistazo al corazón de Jeremías.
Como siervo fiel de Dios, viendo lo enorme de las ofensas contra Dios cometidas por el pueblo, y comprendiendo que esto era el resultado del engaño de los líderes falsos, y conociendo el carácter verdadero de Dios, ahora contempla el juicio terrible que Dios le revela está a punto de caer sobre todos (No olvidemos que es su pueblo amado y es su nación). La realidad de ese juicio le deja con corazón quebrantado y sus huesos temblando (Dé monos cuenta que aunque el siervo fiel de Dios condena el pecado e invita al arrepentimiento, él no se deleita en el castigo divino. Al contrario, esa realidad es lo que le motiva a trabajar y advertir al pueblo). Encima de eso porque también es profeta, considera el severo juicio que le espera a los falsos profetas, maestros y pastores, lo que le deja atónito, como un ebrio, y como hombre a quien dominó el vino. El juicio divino nunca alegra; por su realidad deja a los fieles siervos de Dios estupefactos. El verdadero siervo de Dios sufre al ver a su pueblo entregarse al pecado y al escuchar a los líderes (profetas, maestros, y pastores) predicar falsedad. Sabe que por repudiar a Dios y representarlo mal, les espera un terrible y justo juicio. Empleando este pasaje que estudiamos,. , hace un resumen del carácter inmoral de los falsos maestros (véanse a Isaías 28:7-13; Ezequiel 13:1-16; Miqueas 3:5-12):
1. Usan el nombre de Dios sin autorización.
2. Manifiestan no solo el adulterio, sino todo tipo de inmoralidad.
3. En sus consejos animan al pecado.
4. Propagan falsas esperanzas ante sus seguidores.
5. La fuente de su predicación no es Dios, sino su propia mente o lo dicho por otros mensajeros falsos.
6. No son ni llamados ni enviados por Dios.
7.NO practican dentro de su hogar buenas costumbres y salen a los templos a predicar dando consejos chuecos y son unos mentirosos,cuando ni su primer ministerio esta formado.
Por animar la idolatría, por vivir en inmoralidad, por su indiferencia a lo justo, por su tolerancia del pecado, y por sus palabras engañosas todos los líderes falsos son culpables de endurecer los corazones del pueblo. Así que ante los ojos de Dios todo el pueblo se convierte en uno pecaminoso como Sodoma, y sus moradores como Gomorra. Por haber envenenado los manantiales espirituales del pueblo, los líderes espirituales, en particular, son los más culpables y los merecedores del mayor castigo. El Señor declara: He aquí que yo les hago comer ajenjos, y les haré beber agua de hiel; porque de los profetas de Jerusalén salió la hipocresía sobre toda la tierra.
Busque: Jeremías 23:16-24; 25-32
En este pasaje Jeremías revela las tácticas sutiles usadas por los falsos profetas para ganarse al pueblo. También declara el juicio divino que les espera. Declara que si hubieran hablado realmente en el nombre de Dios, habrían advertido al pueblo y lo hubieran llevado al arrepentimiento. Primero miremos las tácticas sutiles usadas por los falsos profetas para atraer y luego captar la atención y lealtad del pueblo:
A. Hacen atractivas promesas que luego no pueden cumplir: Os alimentan con vanas esperanzas.
B. Inventan visiones pretendiendo que vienen de Dios: Hablan visión de su propio corazón, no de la boca de Jehová.
C. Declaran que lo que dicen viene directamente de Dios: Dicen atrevida-mente… ”Jehová dijo”.
D. Se apoyan falsamente en sus sueños: Profetizan mentira en mi nombre, diciendo: Soñé, soñé.
E. Se roban el uno del otro las manifestaciones que producen éxito: Hurtan mis palabras cada uno de su más cercano.
F. Hablan con gracia lo que el pueblo quiere escuchar: He aquí que yo estoy contra los profetas que endulzan sus lenguas.
El problema con toda esta pretendida profecía y espiritualidad es que es de origen humano, no viene de Dios. ¿Qué tiene que ver la paja con el trigo? dice Jehová. Al no tener el respaldo divino, finalmente fracasará. Pero, ¿qué de los que se han confiado y seguido a toda esa mentira? Cuando se estudia lo dicho por los falsos profetas claramente se ve que contradicen por completos lo que verdaderamente enseña la Palabra de Dios. Los verdaderos profetas de Dios anuncian la venida de un terrible juicio: He aquí que la tempestad de Jehová saldrá con furor; y la tempestad que está preparada caerá sobre la cabeza de los malos. Los falsos profetas por su parte declaran lo opuesto: Jehová dijo: Paz tendréis; y a cualquiera que anda tras la obstinación de su corazón, dicen: No vendrá mal sobre vosotros.
Dios, en cambio, oyendo sus mentiras, dice: ¿quién [de ellos] estuvo en el secreto de Jehová, y vio, y oyó su palabra? ¿Quién estuvo atento a su palabra, y la oyó? Los falsos profetas están tan entretenidos y satisfechos en sus inventos que no tienen tiempo para Dios, ni le dan importancia a Su Palabra. No lo buscan. No lo escuchan. No lo siguen. Dios, por lo tanto, los declara falsos e indignos de llevar su nombre: He aquí, dice Jehová, yo estoy contra los que profetizan sueños mentirosos, y los cuentan, y hacen errar a mi pueblo con sus mentiras y con sus lisonjas, y yo no los envié ni les mandé; y ningún provecho hicieron a este pueblo, dice Jehová.
Busque: Jeremías 26:7-11; 12-15
En este pasaje se explica la manera en que el pueblo y los falsos profetas, maestros y pastores reaccionan ante la verdad dada por Dios y predicada por Jeremías. No solo la rechazan, pero procuran matar a Jeremías quien era el verdadero vocero de Dios. Nos interesa notar que el pueblo, junto a sus líderes religiosos, escucharon atentamente lo dicho por Jeremías, pero luego vino la reacción: Los sacerdotes y los profetas y todo el pueblo le echaron mano, diciendo: De cierto morirás. Claramente ellos creían que el “falso” profeta era Jeremías. Es fascinante observar la manera en que la versión Septuaginta clasifica a estos falsos acusadores (nos referimos a la traducción de la Biblia del hebreo al latín que comúnmente es designada como la versión de los “LXX”, por el hecho de que fueron 70 traductores en Alejandría —entre los años 275-100 a.C.— los que hicieron esta traducción). En esta Biblia los falsos maestros son llamados “seudo-profetas”, claramente estableciendo que ellos eran los falsos y pretenciosos entes religiosos.
Se nota a la vez la rabia con que esos llamados religiosos tratan al verdadero mensajero de Dios. No lo reconocen como el profeta legítimo. Rechazan su mensaje. No lo toleran. ¡Lo quieren ver muerto como si él fuera el hereje! (Deuteronomio 18:20). Preguntan: ¿Por qué has profetizado en nombre de Jehová, diciendo: Esta casa [el templo] será como Silo, y esta ciudad [Jerusalén] será asolada hasta no quedar morador? Rechazan este mensaje verdadero, prefiriendo creer en sus inventadas mentiras. Aunque Nabucodonosor estaba por invadir a la ciudad y saquear el templo, ellos declaraban: “Dios nunca destruirá a Jerusalén ni a Israel su pueblo amado”. Adicional mente, vemos que cuando los oficiales oyen del tumulto e interfieren para proteger a Jeremías, los seudo-profetas dicen: En pena de muerte ha incurrido este hombre; porque profetizó contra esta ciudad. Al omitir la condenación que Jeremías había hecho del “templo”, estos malintencionados procuraron convertir la acusación en un asunto político: “¡Jeremías es un traidor; está contra la patria!” Con increíble audacia Jeremías defiende sus proclamaciones. No acortó su mensaje. No lo cambió. No lo suavizó.
Aunque le llevara a la muerte, este era el mensaje que Dios le había pedido predicar. A su vez se ve el corazón del verdadero siervo de Dios —se preocupa por el destino eterno de los hombres, y sorpresivamente, les da otra oportunidad para arrepentirse: Mejorad ahora vuestros caminos y vuestras obras, y oíd la voz de Jehová vuestro Dios, y se arrepentirá Jehová del mal que ha hablado contra vosotros. Lo que nos impresiona sobre todo es que en la hora de gran prueba Jeremías sigue predicando y se mantuvo fiel y fuerte.
Busque: Jeremías 37:15-21 y 38:6-13; 28.
Aquí está la muestra del trato que recibe Jeremías por su fidelidad a Dios. El mensaje divino para este mundo pecador no es placentero: Viene con denuncias, con condenaciones, con demandas, con advertencias de un terrible juicio, pero todo mezclado con la buena disposición de Dios para perdonar y abrazar a los que se arrepientan. En verdad, la historia de los profetas en la Biblia es una de rechazo y sufrimiento, con pocas excepciones. Consideremos lo que le pasó al mismo Jesucristo, y los dolores sufridos por sus discípulos, especialmente el apóstol Pablo (véase 2 Cor. 11:18-30). Los verdaderos profetas de Dios nunca fueron populares, ni vivieron en palacios rodeados de lujosos automóviles , tres casas, viajando en avión constantemente. En fin, ¿cuáles son los profetas que en verdad necesita el pueblo? Para nuestro bien eterno, busquemos y sigamos a aquellos mensajeros de Dios que fielmente y sin temor a las consecuencias personales declaran el mensaje incambiable del Dios eterno. Y a cada uno de mis amados consiervos, les reto a que por ningún motivo cambiemos nuestro mensaje y prácticas doctrinales por atractivas que se nos presenten las ofertas. Los falsos profetas, pastores y maestros de nuestros tiempos siguen predicando su evangelio de “prosperidad”. Lo que no dicen es que la prosperidad es la que ellos están teniendo de todos los incautos que les siguen. Es triste decirlo, pero muchas de nuestras queridas ovejas son engañadas y devoradas por estos lobos rapaces. Por otra parte, debo dar un grito de alerta: ¡Cuidémonos de no cambiar nuestro mensaje a este mundo tan necesitado de Dios y de arrepentimiento! El apóstol Pablo recordó con grandes palabras al pastor Timoteo, “…ten cuidado de ti mismo y de la doctrina que enseñas…” Mi oración es que cuando el Señor venga, nos halle haciendo así. Bendiciones.