Dios dice en su palabra ya no somos dos, somos una sola persona
Escrito por :Margot Salas
Tomemos la mejores decisiones:
Es un paso fundamental, la separación nos deja muchos sentimientos encontrados, diversos, incluso llegamos a ver a nuestros cónyuges como enemigos, es importante tomar la firme decisión de no divorciarnos, y de luchar cada día cogidos de la mano de Dios, por nuestra familia, el divorcio y la separación lastima a todo nuestro núcleo familiar empezando por nuestros hijos, esposos y familia política. Encontramos que amigos, parientes y familiares con buena intención, nos aconsejan otros caminos. Es importante no dudar en la intención de QUERER UN MATRIMONIO RESTAURADO. Poco a poco, muchos aquí hemos visto que el camino inicial “quiero tenerlo (a) a mi lado” o “no quiero que me deje” se convierte en “quiero un matrimonio en Cristo, sano, renovado para la Gloria del Señor”
SANAR PRIMERO TÚ PARA PODER VER A TU FAMILIA SANA
Empezamos pensando que el esposo (a) que se ha ido es el equivocado, el culpable, el que debe cambiar…nada que hacer, y listamos todos los defectos, el abandono, y todas las circunstancias que rodearon la separación, aunque al principio nos parezca que tenemos la razón y que nosotros no hemos actuado para nada mal…muchos aquí hemos visto poco a poco como en nuestras actitudes, pensamientos, hechos, palabras, hemos ofendido a Dios y a nuestros cónyuges. Hay que dejar de ver los errores del esposo (a) y empezar de la mano de Dios a cambiar nosotros, perdonar, sanar nuestras heridas y vivir como cristianos. Es despojarnos del egoísmo de quiero que mi esposo(a) vuelva para dejar yo de sufrir. La intención verdadera de sanar primero nosotros y cambiar nosotros primeros es muy importante. Casi siempre nosotros también hemos lastimado y nuestro esposo (a) también esta sufriendo.
PONER A DIOS PRIMERO ANTES QUE CUALQUIER COSA O PERSONA“
Tu pusiste a tu esposo encima de Dios” le dije a una hermana en Cristo y me dijo si yo le dije un día debes ser una mujer sabia y prudente y poner primero a Dios y no a tu esposo es por eso que hoy caminas al filo del abismo hace un tiempo. Confieso hoy que me pareció exagerada y hasta fanática, que equivocada estaba,con razón que tu pasas solo discutiendo, fanática de tu esposo fanática de la pelea, de la discusión, y de querer “ganar” y salir “victoriosa” en la batalla “con o contra” tu esposo.
Cumplir el primer mandamiento a cabalidad: “Amaras al Señor tu Dios con toda el alma, con todas las fuerzas” Deuteronomio 6:4 y lo repite Jesús a los fariseos en Mateo 22:37 maravillosamente complementado con la enseñanza de Jesús de amar a nuestro prójimo. Si amamos a Dios por encima de todo, empezamos a seguir sus preceptos y eso incluye el amor al prójimo y a nosotros mismos, al empezar ese camino, entendemos el amor verdadero.
Cuando el matrimonio se quiebra puede repararse, creímos morir, no nos mata la falta del esposo o la esposa, nos mata la ausencia de Dios en nuestras vidas. Es la ausencia de Dios en nuestras vidas no por su Voluntad sino por nuestra terquedad es lo que hace que no nos amemos a nosotros mismos, no entendemos que nuestro cuerpo es un templo el Espíritu, no entendemos que el pecado nos daña primero a nosotros. Al no tener a Dios primero, hace que el prójimo no sea tampoco importante o no sepamos dar buenos frutos, entonces amamos de manera egoísta será amor real? Mi esposo se quejó muchas veces de que yo no lo quería…yo decía no solo a él sino para mis adentros “yo lo adoro”, pues no lo sabía querer no lo quería en Cristo Jesús, siguiendo sus preceptos, sus enseñanzas.
COMPRENDER QUE DIOS REALMENTE SANA MATRIMONIOS HERIDOS
Confiar en lo que no vemos, a pesar de lo que otros incluyendo nuestro cónyuge digan o hagan, no importa cual sea la circunstancia, el Señor tiene todo el Poder para modificar cualquier circunstancia. Leer testimonios de matrimonios restaurados, nos anima mucho a comprender como el Señor actúa en los hogares rotos o heridos, El no desea el divorcio, no quiere familias desunidas, Dios es amor, unidad, paz.
Si el Señor te guió a esta página. DIOS ES UNA BENDICIÓN hay una razón, si comprendemos las promesas del Señor, veremos que el no desea tristeza, amargura, dolor, en nuestras vidas.
Si el Señor te guió a esta página. DIOS ES UNA BENDICIÓN hay una razón, si comprendemos las promesas del Señor, veremos que el no desea tristeza, amargura, dolor, en nuestras vidas.
5. PARARSE EN LA BRECHA POR SU CÓNYUGE, CON PERSEVERANCIA
Hay momentos de alegría y otros duros, donde las fuerzas parecen acabarse, es importante no decaer, levantarse y seguir, pensemos que nuestros matrimonios han sido atacados y debemos luchar por ellos, "donde esta tu tesoro, esta tu corazón", nuestros pensamientos, esfuerzos y tiempo estarán orientados en nuestra relación con Dios, luchando en oración, sin perseguir al cónyuge, sin discutir, sin actitudes de conmiseración, y "persiguiendo" al Señor, yendo a El en nuestros momentos duros, alabándole y agradeciéndole por los avances diarios. Luchar en oración por nuestro matrimonio, significa dejar obrar a Dios, sin ponernos a perseguir y a intentar por nuestras manos reparar lo que esta herido (nuestro hogar), es cambiar interiormente "de verdad" y no presionar al cónyuge que se ha ido o que desea irse para quedarse a nuestro lado, el / ella deben "desear" estar con nosotros y entender lo que Dios desea para nuestros hogares. Es Dios quien obrará en nuestros hogares, debemos estar abiertos a Él para entender sus mensajes, y permitirle obrar.
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