domingo, 14 de junio de 2015

DIOS REPRENDE LA HIPOCRESÍA
Escrito por: Margoth Salas
Dios Reprende y Condena la Hipocresía
Mateo 15:7-8 - Las personas que dicen con sus labios que honran a Dios, pero no tienen esa intención en sus corazones, son hipócritas. ¿Está usted incluido en este número?
Mateo 6:1-2,5,16 - Hipócritas son las personas que pasan a través de rituales de adoración y servicio, pero su propósito no es dar honor a Dios, sino recibir el honor para sí mismos y satisfacer los deseos de otros y juzgar a los demás sin saber la verdad solo dejo en tus manos mi Dios todo lo que me calumnian y hablan mal de mi tu eres un Dios justo que no pueden engañarte trato siempre de ayudar sin ningún interés de nada pero mis hermanas en Cristo no corrigen su lengua ten misericordia de todas ellas y pon paz en mi corazón . ¿Describe esto su servicio a Dios?
Mateo 23:25-28 - La gente es hipócrita cuando exteriormente pretenden ser justos, pero realmente no están deseando hacer las obras de justicia. Son como un cementerio: un paisaje hermosísimo en la superficie, pero llenos de podredumbre y corrupción debajo.
Cuando la gente declara ser hijo de Dios, se les requiere que obedezcan a Dios sinceramente cada instante del día. Algo menos es hipocresía, y ninguna persona recibirá reprensiones más fuertes de Jesús que las que hizo a los hipócritas. ¿Está dando a Dios el servicio genuino que El requiere?
[Véase también 1 Ped. 1:22; 2:1; Luc. 8.15; Stg. 3:17].
C. Dios Requiere un Buen Ejemplo
Tito 2:7-8 - Debemos ser buenos ejemplos en todas las áreas de la vida. Algunas veces rechazamos acusaciones contra nosotros porque las personas que las hacen no son Cristianos. Pero ni aún debemos dar a estas personas base para hablar mal de nosotros.
Romanos 2:21-24 - Debemos practicar lo que predicamos. Fallar en hacerlo así es pecado, pero esto también deshonra a Dios y lleva a las personas a apartarse de El. Nótese que Dios reprende firmemente a aquellos que declaran ser Sus hijos, pero por sus pecados impiden que otros le sirvan.
1 Corintios 10:32-33 - Nuestra vida no debe llevar a otros a pecar o ser obstáculos en su servicio a Dios. Muchos miembros dicen, "Como yo viva es mi problema. Si los demás pecan, esa es su culpa y no mía". Si, Dios coloca en los demás la responsabilidad si pecan, pero también nos tendrá como responsables si es nuestra influencia la que lleva a los demás a pecar.
Debemos estar interesados acerca del efecto que nuestras vidas tienen en los demás. Nuestra vida debe resplandecer con buenas obras para que otros las vean y sean llevados a glorificar a Dios -- no a rechazarle (Mat. 5:16). ¿Habrán personas que rehúsen convertirse en Cristianos o que apostaten de Dios porque fueron rechazados por sus pecados? ¿Hay miembros cuyo trabajo por el Señor es estorbado porque su indiferencia pecaminosa los ha desanimado? Si es así, esté seguro que Dios no lo tendrá libre de culpa.
[Véase también 1 Tim. 4:12; 1 Ped. 2:11-12; 3:15-16; Mat. 18:6-7; Pr. 28:10; 22:1; Fil. 2:15-16; Heb. 12:15; 1 Tim. 5:14; 6:1; Tito 2:5; 2 Cor. 6:3].

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